La gran tormenta

Reinaba un silencio de sábado por la tarde, lleno de nostalgia. Pero se rompió cuando una tormenta hizo descargar un rayo, que seguido por un fuerte estruendo asustó a todos los pájaros que estaban en el monte, haciéndolos volar tan deprisa como sus alas les permitía.
Yo, sorprendido por lo que había visto, miré al cielo y me di cuenta de que una gran tormenta se aproximaba a toda velocidad, sin dar tiempo de refugiarse. Yo, como pude, me refugié entre unas rocas muy grandes, que me permitían meterme debajo dándome cobijo hasta que pasara la tormenta.
Después empezó a llover, pero duro poco la lluvia, porque seguidamente empezó a granizar como nunca jamás había visto, una gran capa blanca de granizos tan grandes como puños, cubría todo el paisaje, como si de invierno se tratara, pero no era invierno, sino verano y es que las tormentas de verano son las peores de todo el año.

  Reinaba un silencio de sábado por la tarde lleno de nostalgia. Ya no estábamos todos. De hecho quedábamos muy pocos. En nuestros rostros se podía leer lo que pensábamos, lo que sentíamos... Era el primer sábado de estos, pero sólo con vernos las caras se notaba que no iba a ser el último, ni mucho menos, teníamos que asumir todo el tiempo que faltaba para volver a estar todos juntos como en verano.

  Ahora hay que volver a la rutina, volver a estudiar o para algunos como yo, empezar a estudiar. Da demasiada pereza. Vuelve el frío, vuelven las lluvias, vuelven los madrugones, pero, se va la gente... Habrá que trabajar bien en invierno para poder disfrutar al máximo posible del próximo verano. Aún es septiembre pero no hay que dejar de pensar que cada vez queda menos para el verano.

Una vida inmerecida

Reinaba un silencio de sábado por la tarde lleno de nostalgia, cuando de repente toda la calma que se palpaba en el ambiente, se vio interrumpida por un fuerte y profundo grito de dolor. Este grito provenía de aquella esquina donde siempre estaba ese hombre de pelo corto, ropa oscura y mirada amenazante, llamado Roberto.

Inmediatamente me dirigí hacia la esquina y observe a una persona desfallecida sobre la acera, pero no lograba ver quien era. A los pocos segundos algunas personas se acercaron a ver que pasaba. Más tarde decidimos llamar a una ambulancia, pero algunos impacientes no pudimos esperar y decidimos levantar a aquella persona, que para mi sorpresa era aquel hombre, Roberto. Tenía todo el pecho empapado de sangre y podíamos observar una pequeña incisión en el cuello. Tras un pequeño esfuerzo logramos colocar a Roberto en un banco de los alrededores, dónde esperamos a la ambulancia.

Al cabo de unos minutos apareció la ambulancia, aunque esta venía acompañada de un coche policial.

Cuando montaron a Roberto en la ambulancia todavía respiraba, aunque con serias dificultades,pero parecía que sobreviviría.

Al cabo de unos días se oían rumores de que la exmujer de Roberto, Ana , le agredió con una pequeña navaja, y que tras varios intentos de clavarsela le cortó de forma profunda en la parte inferior del cuello.Pero todos los que conocíamos a Roberto sabíamos que eso no era cierto,que toda aquella historia era una simple invención de la familia de la actual mujer de Roberto, Carmen.Todo esto lo hacían para encubrir al hijo esquizofrénico que Carmen y Roberto tenían en común, Javier, ya que todos sabían que él había sido el agresor de su propio padre a causa de su enfermedad .

Pasada una semana Roberto se recuperó y decidió hablar con la policía de lo sucedido,pero el también encubrirá a su agresor, su propio hijo.

De esta forma la policía no tuvo duda y decidió acusar a Ana, la exmujer de Roberto.

En el juicio, dos meses después de la agresión, hubo altercados entre las familias Ana y Roberto pero no llegaron a las manos en ningún momento.

El juicio fue duradero e intenso, pero la conclusión fue la esperada Ana resulto ser culpable desde el punto de vista de el juez.

Ana ingresó en la cárcel a la edad de cuarenta años y jamás volvió a disfrutar de la libertad, ya que se suicidó a los dos años de entrar en la cárcel.

Pero lo más duro para todos los conocedores de la verdadera historia fue cargar con la culpa de saber que Ana no era culpable del delito del que se la acusaba.

EL ÁRBOL DE LA IMAGINACIÓN

Reinaba un silencio de sábado por la tarde, lleno de nostalgia. Y Pedro estaba sentado debajo de un gran árbol , grueso y frondoso cuyas ramas daban una refrescante sombra en aquella calurosa tarde de verano del mes de Agosto. Pedro leía un libro de misterio mientras el suave viento le rozaba la cara. El libro trataba sobre una niña que se llamaba Julia que entró a un castillo donde vivía una bruja que tenía preso a un amigo suyo llamado Fernando. Le tenía preso porque solo el conocía el secreto de una pócima con la cual podías dominar todo el mundo. La pócima era una herencia que le había dejado su abuelo.

Julia vio a la bruja que se iba del castillo con su escoba y fue a liberar a Fernando. Una vez liberado se enfrentó a la bruja y la derrotó y se fueron de allí sin haber revelado su mayor secreto.

Cuando Pedro terminó de leer el libro se levantó y se fue alejando del árbol a donde iba todos los sábados por la tarde a leer porque allí se sentía libre y despejado para imaginarse las historia que leía porque eso le gustaba mucho y se sentía agusto.

La tormenta infinita.

Reinaba un silencio de sábado por la tarde, lleno de nostalgia. Aquel 15 de Noviembre de 2007 no será olvidado nunca por mí, ni por aquellos ancianos que reposaban en lo alto de las paredes de piedra de las fincas donde recogían los higos, ya maduros.

La tarde se alejaba poco a poco y un viento fuerte empezaba a reinar en el pueblo. Nosotros bajábamos a pesar los higos a la cooperativa y en el horizonte se podía hallar un negro pálido de las nubes chocantes acercándose lentamente.

Repetitivo era el caer de las gotas de agua sobre las cajas de cartón y haciéndose charcos en los caminos de tierra húmeda. A lo lejos se podían observar, en el cielo oscuro, puntos blancos intermitentes que conforme pasaba el tiempo éstos se acercaban aún mas convirtiéndose en rayos cargados de una potente energía destructora. Todo se hacía tinieblas y las luces del pueblo se ivan apagando a causa de la tormenta que ya nos había alcanzado. Vimos (lo poco que se podía) a lo lejos una casilla vieja pero bien conservada, y nos metimos allí.
Pasamos la noche en ese lugar con algunas mantas viejas y rotas que allí se hallaban, y al día siguiente observamos que todo había parado y volvía a la normalidad.
Llegamos al pueblo y comimos hasta no poder más y nos fuimos a dormir hasta el día siguiente.
Afortunadamente todo quedó en un susto y al siguiente año en época de recolecta de higos fuimos paragüas y mantas para prevenir cualquier tipo de mal tiempo.

los crimenes

Las casas que jamás han sido habitadas o las que, como las de los veraneantes, han sido construidas para ser ocupadas durante ciertas épocas del año, no suelen tener fantasmas.

Pero la gente no sabia que en la casa que hoy día vivían los Jonson se realizó la matanza de cinco niños huérfanos que adopto la familia anterior los Murray. La historia dice así: un día sin saber como apareció uno de los cinco huérfanos muerto en el sótano el pobre niño presentaba signos de violación llevaba muerdo un mes y su cuerpo desprendía un olor intenso .La primera en enterarse de que algo estaba muerto es su sótano fue la mujer de Murray lo que no pensaba era que seria su hijo mas pequeño que estaba de vacaciones con el colegio, enseguida bajó al sótano a ver que olía tan mal y al lado de la caldera tirado en el suelo yacía el cadáver del niño, la mujer no dijo nada y le roció con cal y le metió debajo del carbón para que no la quitaran a sus otros cuatro hijos al saber que este estaba muerto, la mujer siguió con su vida como si no hubiera ocurrido nada. Al cabo de una semana vino la ama de llaves a limpiar la casa y fue a hacer la habitaciones de los niños y se encontró el cadáver de tres niños asfixiados. Corriendo quiso llamar a la policía pero la mujer de Murray no la dejo, la dijo que no podía decir nada porque los arrestarían. La mujer intrigada por la muerte de sus cuatro hijos vigiló al misterioso marido y vio como por la noche mientras dormía el niño le puso una inyección letal al último hijo que los quedaba, en ese momento supo que tenía que llamar a la policía, agarro el teléfono y marcó entones rápidamente vino la policía la mujer se encargo de enseñarlos donde estaban los cuerpos de los niños sin vida. La policía reviso el informe del marido y tenia antecedentes que la mujer desconocía y que eran por muerte hacia sus dos hermanos en el 1963, desde aquellos días todo los que han vivido en aquella casa han muertos por causas desconocidas .a la mañana siguiente los Jonson aparecieron muertos con ese relato escrito por la mujer sobre los cuerpos de las víctimas desde aquel momento que fue el 13 de noviembre de 2006 no ha vuelto a entrar nadie en esa casa de los Murray.

LAS CASAS VIEJAS

Las casas que jamás han sido habitadas o las que, como las de los veraneantes, han sido construidas para ser ocupadas durante ciertas épocas del año, no suelen tener fantasmas, pero sí muchos recuerdos y historias muy bonitas.

Estas casas viejas conservan la arquitectura tradicional rústica y medieval, hechas de piedra, adobe y viga externas trenzadas, que hacen que las casas modernas desentonen un poco sin valor arquitectónico.

Cuando llegan las vísperas de las fiestas y de verano estas casas se enjalbegan con amor y humildad, abren sus puertas a todos los que se acercan a ella; veraneantes y vecinos. Muchas puertas de estas casas viejas suelen estar cerradas todo el año, en verano,navidad,semana santa y algún que otro puente, da gusto ver todas las casas con las puertas abiertas, las luces encendidas por las noches y la alegría de toda la gente.

"Mi pueblo tiene cantidad de casas viejas pero si no las tuviese, perdería su encanto."

Sábado por la tarde

Reinaba un silencio de sábado por la tarde, lleno de nostalgia. cuando yo estaba en la montaña. Sólo se escuchaba el ruido del agua bajando por el río. Era un sábado de verano por lo que no hacía frío sino mucho calor. Me puse a leer un libro de aventuras debajo de un árbol y justo cuando me iba a ir montaña abajo para ir a mi casa, empezó a llover y tenía que refugiarme en una cabaña que encontré a mi paso. Dentro de la cabaña estaba muy oscuro pero llevaba una linterna en la mochila y cuando la encendí vi que esa cabaña no era como otra cualquiera sino que tenía una trampilla muy rara en el suelo. A mí me entró la curiosidad de entrar y cogí la linterna y abrí la trampilla para poder bajar. Al abrir la trampilla vi lo que había al fondo y era como si hubiese una pequeña aldea subterránea en la que no vivía nadie. Había cinco cabañas de madera y por el deterioro de la madera deduje que hacía mucho tiempo que llevaban ahí, por lo que me dio un poco de miedo y volví a subir por la trampilla y cuando salí ya no llovía y me bajé a mi casa corriendo a contarle a mis padre lo que había vivido.