lunes, 2 de marzo de 2009
Prohibido probarlo
Oscuridad, oscuridad que estalla como una bomba. Una bomba que, en vez de producir una llamarada, produce sombra, apaga todas las luces: las del pensamiento, las del sentido común. Aquella sensación no era otra cosa que una borrachera fuera de lo normal. Todos los sábados Guille y sus amigos jugaban al duro, ese juego tan famoso y antiguo que todos conocemos. Guille era bueno jugando pero ese día no tuvo mucha suerte. Metió dos veces la moneda en el vaso de arcilla y eso que había tirado unas veinte veces. Sin embargo, los amigos que casi no sabían tirar, empezaron a cogerle el tranquillo al juego y se los empezaron a mandar a Guille porque éste se los había mandado casi todas las semanas anteriores. Entre chupito y chupito, a Guille se le estaban cerrando los ojos de la borrachera por eso su campo de visión era una bomba de oscuridad. Acabaron de jugar y se fueron a la peña donde se pusieron a bailar pero Guille estaba en un sofá medio tumbado y parecía que se estaba quedando dormido. Sus amigos quisieron ayudarle para que se levantara a bailar con ellos. Entre tanto amigo se estaba poniendo nervioso y salió corriendo al servicio porque le vinieron unas arcadas que sonaban como el croar de las ranas. Salió del baño pálido, con los ojos medio cerrados y para no seguir allí en esas condiciones, se puso la chaqueta como pudo y se fue a casa a dormir.
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1 comentario:
Bien, correcto.
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