-Una vez me enseñó una fotografía de cuando ingresó en el instituto. En la imagen aparecía sentada en una tumbona del jardín. A su alrededor, florecían los girasoles. Era verano. Ella llevaba unos tejanos cortos y una camiseta blanca. Desde entonces ella a cambiado mucho, cuando ingresó en el instituto ella era la típica chica lista, guapa, maja y buena persona, tanto que inmediatamente me hice amigo de ella. Al cabo de dos o tres años, justo cuando yo la iba a pedir salir, empezó a cambiar, su forma de vestir ya no era la misma, dejó la ropa elegante y moderna, y pasó a vestir ropa más anticuada. Sus notas pasaron de sobresalientes a insuficientes y su forma de ser era completamente distinta, ya que prácticamente no me dirigía la palabra.
La vida de aquella chica había cambiado por completo, y aunque siguiera siendo guapa ya no era la chica a la que iba a pedir salir.
La vida de aquella chica había cambiado por completo, y aunque siguiera siendo guapa ya no era la chica a la que iba a pedir salir.
1 comentario:
Bien. Pero quizá te rogaría un poco más de extensión en tus textos y que trates -creo que eres capaz- de darle a tus escritos algo más de "chispa".
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