Los pies de la memoria (real o inventada)

A, 17 de abril: La Tierra antes de la existencia del ser humano.
B, 24 de abril: La Tierra después del ser humano.
A, 1 de mayo: Rosas de piedra.
B, 8 de mayo: El don de la ignorancia.
A, 15 de mayo: Perdidos en un cuento.
B, 22 de mayo: Los lunes.
A, 29 de mayo: Llegas tarde a tu tiempo.
B, 5 de junio: Nunca estuve aquí.

lunes, 6 de octubre de 2008

Fredy, una fantasma con un par de sábanas.

Las casas que jamás han sido habitadas o las que, como las de los veraneantes, han sido construidas para ser ocupadas durante ciertas épocas del año, no suelen tener fantasmas. Eso creían las personas millonarias que vivían cerca de casas ruinosas echas con ladrillos malos y vigas de madera. La familia de los Ibarra llegaba al pueblo de vacaciones, pero no sabían que este verano lo iban a pasar un poco mal. Tenían un chalet que estaba al lado de una pequeña cuadra donde Dioni guardaba hace años sus cabras. La cuadra era muy grande y llevaba sin usarse desde 1996. En ese tiempo se había establecido un alma en pena llamada Fredy, lo que hoy llamamos fantasma. A Fredy le encantaba destrozar, comer y dormir. Por eso un día entró en el chalet de los Ibarra y vació la nevera. Cuando los Ibarra fueron a cenar, no tenían nada que llevarse a la boca, así que se fueron a la cama sin cenar. Esa noche, Fredy no tenía sueño y decidió hacer una visita nocturna a Sonia Ibarra, la hija. Se metió en su armario y empezó a tirar los sujetadores y los tangas de ésta por toda la habitación. Más tarde fue a la habitación del matrimonio Ibarra donde se puso a pintar en las paredes con un rotulador de punta gorda. Y por último, fue a ver al pequeño manuel Ibarra al que valanceó por toda la habitación hasta abrirle la cabeza con la lámpara del techo. Manuel fue a buscar a sus padres y cuando éstos vieron las pintadas empezaron a hacer las maletas. Manuel despertó a Sonia y los dos creyeron que ésta había sido violada por la noche. Los Ibarra se fueron ese mismo día del pueblo y no volvieron a pisar más por allí. El pequeño Fredy se quedó muy satisfecho porque dejó la cuadra y se fue a vivir a la gran mansión donde nadie ni nada le molestaría nunca jamás.

1 comentario:

José A. Sáinz dijo...

Dentro de lo que cabe, el texto está adecuadamente escrito y redactado. La historia me resulta demasiado truculenta y de una violencia sexual gratuita (¿quizá intentas así causar una cierta admiración gore del tipo: jo, tío, qué pasada, jaja?). El buen gusto también es de agradecer y se valora. Corrige se fuero? a la cama, manuel Ibarra, valanceó.