Los pies de la memoria (real o inventada)

A, 17 de abril: La Tierra antes de la existencia del ser humano.
B, 24 de abril: La Tierra después del ser humano.
A, 1 de mayo: Rosas de piedra.
B, 8 de mayo: El don de la ignorancia.
A, 15 de mayo: Perdidos en un cuento.
B, 22 de mayo: Los lunes.
A, 29 de mayo: Llegas tarde a tu tiempo.
B, 5 de junio: Nunca estuve aquí.

jueves, 2 de octubre de 2008

Una historia con alhzéimer

Las casas que jamás han sido habitadas o las que, como las de los veraneantes, han sido construidas para ser ocupadas durante ciertas épocas del año, no suelen tener fantasmas.
Los fantasmas solo habitan casas en las que se ha cometido algún asesinato o algo por el estilo; lo extraño es que en casa de los abuelos de mi mejor amigo, nunca se ha cometido ningún asesinato
y la última vez que le acompañé a por su merienda... Bueno, mejor poneros cómodos y os lo cuento porque si estáis de pié os vais a cansar.
Bueno la verdad es que no es mi mejor amigo; y tampoco íbamos nosotros solos a por su merienda. Es el amigo de un amigo e íbamos cinco personas a pasar el rato a su casa.
Era una tarde de otoño y el abuelo de Gambo (que así es como le llamamos) tenia alhzéimer, al entrar todos en su casa se puso muy contento, pues le encanta que vaya gente allí. Nos dijo que nos sentásemos a su lado y nos empezó a contar una historia.
La casa del abuelo de Gambo tiene en el sótano unos túneles subterráneos que según él eran de la guerra civil.
La historia era esta: Yo era soldado del bando antifranquista, combatia con un ejército bastante grande, lo peor de la guerra civil fue que se mataba gente de un mismo pueblo, unos hermanos a otros y todo por los ideales políticos. Entonces antes de que empezase la guerra mis hermanos y yo construimos en esta casa (que era la de mis padres) unos túneles subterráneos con salida en distintas partes del pueblo para que si los soldados franquitas venían a nuestra casa nos diese tiempo de escapar y escondernos en el monte.
Yo era soldado antifranquista, y mis hermanos y yo construimos unos túneles en la casa de mis padres.
Nunca había entrado ningún soldado en nuestra casa pero un mal día entraron diez franquistas...
Los túneles tenían salida por varios sitios del pueblo.
...Y pillaron desprevenidos a mis tres hermanos; yo por suerte estaba en el túnel con mi padre arreglando la iluminación y no nos pillaron, me salve por los pelos pues desgraciadamente mi padre al oír los disparos...
Yo tenía tres hermanos y juntos construimos los túneles.
...Se supuso lo peor, salió corriendo a intentar salvar a sus hijos y también lo mataron a él.
Yo me quedé solo con mi madre y mi tía; al morir ellas me dejaron de herencia la casa en la que sigo viviendo y sí, hay fantasmas.
No son malos ni mucho menos, son los espíritus de mi padre y mis tres hermanos que siguen vagando por la casa pues murieron muy injustamente.
Como os decía yo me salvé pues estaba con mi padre...
A todos nos interesaban mucho las historias del abuelo de Gambo pero íbamos a ir al cine y se nos hacia tarde.
"Tal vez la historia se os a hecho repetitiva y un poco confusa, pero recordad que el abuelo de Gambo tenia alhzéimer".

1 comentario:

José A. Sáinz dijo...

Me ha gustado mucho. Aciertas en ese ir y volver propio de los enfermos de alhzéimer. Además de desarrollar adecuada y coherentemente el pie. Mejorable: a mí, personalmente, no me gusta demasiado las apelaciones a los lectores; me parece un poco de edades menores; faltas: pié, tenia, cambatia, construimos, hacia. Pero en definitiva, muy bien: enhorabuena.